Se trata de un método de activación del sistema linfático que emplea la presión del aire a modo de masaje y que así contribuye a la eliminación de toxinas y grasas. Estos tratamientos pueden ser localizados (pierna, brazo, abdomen) o generales (ambas piernas y el abdominal).
El paciente se dispone tumbado con las zonas a tratar dentro de unas perneras (en el caso de las piernas) o bien dentro de unas mangas (para cada brazo).
Para el abdominal es una especie de cinturón ancho que cubre la zona abdominal, glútea y lumbar.
Estas “fundas” están conectadas al aparato principal, que es un compresor de aire. Este compresor introduce aire de forma ascendente y controlada siendo la sensación del paciente parecida a cuando nos tomamos la tensión pero a mayor escala.
No es un tratamiento desagradable, la sensación final es de relajación y ligereza. A parte de los distintos beneficios que aporta:
1) Eliminación de grasas y toxinas 2) Reducción de la celulitis en piernas, glúteos y abdomen 3) Mejora de la circulación evitando varices 4) Eliminación de edemas y linfedemas 5) Corrección de la retención de líquidos